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El Segrià es una comarca situada en Cataluña, España, y tiene como capital a la ciudad de Lleida.

Para comprender el relieve del Segrià, es necesario remontarse a la historia de los últimos millones de años. En términos geológicos, esos millones de años son relativamente pocos. Imaginen el fondo de la Depresión Central, una gran llanura formada por los sedimentos que se han acumulado en el fondo del mar o lago que existió en ese lugar. Encima de estas rocas, se han depositado materiales arrastrados desde las montañas cercanas por las aguas torrenciales.

Todo esto ha dado lugar a un relieve plano que con el tiempo ha experimentado ciertas deformaciones debido a las fuerzas internas de la Tierra. Estas deformaciones son visibles en las regiones de Garrigues y Segarra. Sin embargo, en las llanuras de Pla d'Urgell y Segrià, han ocurrido dos fenómenos que han mantenido el relieve muy plano. El primero de ellos es la acumulación de materiales que descienden de las montañas vecinas, arrastrados por las aguas salvajes. El segundo factor es la acción de los ríos, especialmente el río Segre, que a pesar de abrirse paso a través de valles, ha ido rellenándolos con los materiales que el propio río transporta.

El resultado es la existencia de una amplia llanura aluvial con materiales poco consolidados, sobre los cuales se han formado suelos fértiles. Alrededor de esta llanura aluvial se encuentra otra llanura modelada por los materiales que bajaron de manera torrencial, así como los restos de materiales depositados en el fondo de la antigua cuenca de la Depresión Central.

Estos últimos restos son claramente visibles en los sectores noroeste y sureste del Segrià. Las diferentes durezas y resistencias de estos materiales han dado lugar a la formación de colinas y cerros. Las capas duras en la cima de estos cerros son testigos del antiguo nivel de los materiales. Por esta razón, a menudo se les llama "turons testimoni".

Algunos de estos cerros son realmente espectaculares, sobre todo cuando presentan diversas capas duras con colores diferentes. La escasez de vegetación debido al clima hace que muchos de estos cerros estén completamente desprovistos de vegetación, lo que facilita la observación de los diferentes tipos de materiales. Uno de los cerros más espectaculares y hermosos es el Montmeneu (494 m), ubicado al sur de la comarca, cerca de la confluencia de los ríos Segre y Ebro.

El Pont Vell d'Alfarràs es un puente de ocho arcos de medio punto, de los cuales aún se conservan tres en pie. Está construido con piedra picada y pulida, y atraviesa el río Noguera Ribagorçana, en su paso por Alfarràs. Se encontraba en el camino que conectaba Balaguer y La Llitera.

La Noguera Ribagorçana marca el límite entre el Segrià y la comarca de la Noguera. Con la anexión de los municipios de Alfarràs y La Portella al Segrià, el límite entre ambas comarcas casi coincide con el curso del río. El caudal del río Noguera Ribagorçana está intensamente regulado por una serie de embalses a lo largo de su curso, especialmente el de Canelles y Santa Anna, situados poco antes de entrar en el Segrià. Estos embalses regulan el caudal del río y permiten una alta producción de energía eléctrica en las centrales situadas a su alrededor.

La vegetación natural de la comarca ha sido completamente modificada por la intervención humana. Sin embargo, en el caso del Segrià, así como en las comarcas de Pla d'Urgell y Urgell, algunas de las modificaciones han favorecido el establecimiento de comunidades vegetales de interés especial.

El clima seco y extremo de la comarca no permite un desarrollo de grandes masas forestales. Se supone que en condiciones naturales, los encinares (carrascars) eran el tipo de bosque más extendido en la zona, aunque el paisaje actual tenga poco que ver con los antiguos encinares.

El castillo de Vinfaro se encuentra en la parte oriental de la colina del mismo nombre, frente al pueblo de Alfés, al otro lado del río Set. En el extremo occidental de la colina, que es alargada, se han encontrado vestigios de un asentamiento de la Edad del Bronce. Parece que la parte más antigua del castillo es el muro interior del lado poniente, que data del siglo XII. Este muro puede corresponder a una fortaleza de origen islámico que luego pasó a manos cristianas, quienes lo adaptaron a sus necesidades añadiendo posiblemente una cisterna, nuevos muros y saeteras en el muro más antiguo. Siglos después, la fortificación probablemente perdió su carácter defensivo, lo que explicaría la construcción existente en el foso.