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Almacelles, con su encanto pintoresco y su rica historia, se sitúa en el corazón de la comarca del Segrià, en la región de Catalunya, España. Limitando con la comarca de la Llitera, este municipio se extiende majestuosamente en la parte noroeste de Segrià, bañado por dos importantes cursos de agua que han moldeado su paisaje y su pasado.

El clamor de Almacelles, un antiguo curso de agua canalizado, representa un significado histórico trascendental. Desde el año 1305, este arroyo actuó como una frontera natural que separaba el Reino de Aragón del Principado de Catalunya. Hoy en día, esta delimitación aún tiene su reflejo en las provincias de Osca y Lleida, y en las comarcas de la Llitera y el Segrià. Por otro lado, el canal d'Aragó i Catalunya, que serpentea a través del municipio en su extremo oriental, ha sido un recurso esencial para la agricultura y el desarrollo económico local.

Almacelles se enorgullece de su peculiar disposición urbana, que se aleja de la típica estructura de núcleos centrales. Sus calles rectilíneas y ordenadas confieren al pueblo una identidad única. En 2009, el núcleo antiguo, con sus calles dispuestas en forma de cuadrícula, fue merecidamente declarado Patrimonio Cultural de Interés Nacional por la Generalitat, reconociendo así su valor histórico y arquitectónico.

Los orígenes de Almacelles y la zona agregada de la Saira se remontan a tiempos prehistóricos. La época ibérica ha dejado su huella en la región, con tres asentamientos ilergetas documentados: el tossal de lo Vilot, el de la Caperutxa y el del Llopet. La presencia romana también es evidente, ya que se han descubierto dos hitos romanos en el camino de Esplús, testimonios de una antigua vía que conectaba la costa con el interior.

La historia medieval de Almacelles es fascinante. Entre sus vestigios, destaca la antigua fortaleza andalusí de la Saida y los restos del pueblo antiguo del Vilot. Los registros árabes de 1172 ya mencionaban el lugar, pero no fue hasta el reinado de Alfonso I que se repobló tras la devastación sufrida durante la Guerra de los Segadores en el siglo XVII.

Uno de los tesoros históricos más sobresalientes de Almacelles es el Castell de la Saira, una imponente fortaleza que hoy yace en ruinas. Las excavaciones arqueológicas han revelado vestigios que se remontan a los períodos pre-íbero e íbero, aunque las fortificaciones visibles datan aproximadamente de los siglos X y XI. La torre principal, de unos 2 metros de altura y de forma rectangular, dominaba el conjunto, aunque la pérdida de parte de su estructura original dificulta una imagen completa de su apariencia. Se cree que el conjunto fortificado pudo haber surgido en torno al siglo VII a.C., siendo ocupado posiblemente en época islámica a partir del siglo X y XI, y perdurando después de la conquista cristiana hasta su destrucción generalizada en el siglo XVII.

En las laderas del Tossal de la Caperutxa, una colina de 349 metros sobre el nivel del mar, se encuentran más restos del Castell de la Saira y los muros de un antiguo poblado íbero que se estima datan de los siglos III y II a.C. Adicionalmente, se han hallado estructuras de hornos y tramos que sugieren la existencia de posibles murallas en el flanco este.

Almacelles, con su patrimonio histórico y su entorno natural, se presenta como un destino fascinante para los viajeros y curiosos amantes de la historia. Pasear por sus calles rectas y admirar sus vestigios medievales y prehistóricos, es sumergirse en un pasado rico y apasionante que ha dejado una profunda huella en esta hermosa vila de la comarca del Segrià, Catalunya.